La computación en el borde es una forma de distribuir la potencia del calculo, el almacenamiento a los dispositivos y ubicaciones donde se generan los datos. Esto permite mejorar el rendimiento, reducir costos y ofrecer experiencias digitales más rápidas y confiables. Los siguiente son algunos de los aspectos mas relevantes.
Procesamiento local. En lugar de enviar todos los datos a lugares mas lejanos como centros de datos centrales o la nube para su procesamiento, la computación de borde permite procesar los datos localmente, en los mismos dispositivos que los generan, como sensores, teléfonos inteligentes o servidores cercanos.
Reducción de la latencia. Al procesar los datos mas cerca de origen, se minimiza la latencia de la red, lo que permite que las aplicaciones pueden responder más rápidamente y ofrecer una mejor experiencia de usuario.
Ahorro de ancho de banda. La computación de borde permite procesar y filtrar los datos localmente, enviando solo la información relevante al centro de datos o nube. De esta forma se reduce la cantidad de datos que se deben transmitir, por lo cual, disminuye la necesidad de ancho de banda.
Enfoque en IoT. La computación en el borde es fundamental para el desarrollo de aplicaciones y servicios del internet de las cosas. Los dispositivos IoT generan grandes volúmenes de datos. La computación en el borde permite procesarlos localmente. Esto es esencial para aplicaciones que requieren procesamiento en tiempo real.
Mayor disponibilidad. Al procesar los datos localmente las aplicaciones son menos dependientes de la conexión de red. Esto permite la disponibilidad y confiabilidad de las aplicaciones.